Resp:. Log:. Simb:. Dig:. Prog:. y Cent:. “VERBO” Num. 3

Resp:. Log:. Simb:. Dig:. Prog:. y Cent:. “VERBO” Num. 3
Or:. de Oaxaca, Mexico

viernes, 22 de abril de 2011

LAS LUCES SIGNIFICADO GRADO APRENDIZ

AL:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

Las luces

“la luz se apodera de las tinieblas, pero las tinieblas no pueden apoderarse de la luz.

Introducción

La Luz Astral según los ocultistas es el elemento del cual procede o nace todo lo que existe. Se le ha llamado también "alma universal", "matriz del universo", "mysterium magnum", "Gran Serpiente", "Dragón", la luz se pone en relación con la oscuridad, para simbolizar valores complementarios o alternantes de una evolución. Es el conocimiento, que sintetiza las luces del sol y de la luna. Para los budistas chinos tiene también el sentido de la iluminación. En el Islam es el espíritu. Este fluido que lo penetra todo, este rayo separado del esplendor del sol, y fijado por el peso de la atmósfera y por el poder de la atracción central, este cuerpo del Espíritu Santo, que llamamos la Luz Astral y el Agente Universal, este éter electromagnético, este calórico luminoso y vital, se representa en los monumentos antiguos por el velo de Isis, que une dos polos mediante una serpiente con cabeza de toro, de macho cabrío o perro en las teogonías antiguas, y por la serpiente que se muerde la cola. Es el dragón alado de Medea, la serpiente doble del caduceo, y el tentador del Génesis; pero es también la serpiente de bronce de Moisés que rodea la Tau, es decir, el lingam generativo de Siva; y la doble cola que forma las piernas del gallo solar Abraxas. Por último es el demonio del dogmatismo exotérico, y realmente es la fuerza ciega que las almas deben conquistar, para despegarse de las cadenas de la tierra; porque si su voluntad no les libera de su atracción fatal, serán absorbidos en la corriente por el mismo poder que los produjo y volverán al fuego central y eterno. Esta luz astral se revela por cuatro tipos de fenómenos, y ha sido sujeto a ciertas manipulaciones de la ciencia bajo cuatro nombres: calor, luz, electricidad y magnetismo. Estos cuatro fluidos imponderables son, por lo tanto, las diversas manifestaciones de la misma fuerza, que es esa substancia creada por Dios antes de que todo fuese creado. Todo lo que existe ha sido desarrollado a partir de ella, y preserva y reproduce todas las formas.


Desarrollo

La luz es una forma de radiación electromagnética con longitudes de onda que se extiende desde aproximadamente 0.40 a 0.75 micrometros. La luz visible contiene bandas de color que van del violeta hasta el rojo. La luz puede considerarse como una entidad que tiene comportamiento de onda y que consta de partículas llamadas fotones. En relación con la luz, la materia puede ser opaca o transparente, puede absorberla o refractarla. La luz puede pasar a la materia, a través de la materia, reflejarse en ella, o ser absorbida por la materia. Cuando la luz pasa al interior de la materia, se alenta, mientras que su frecuencia aumenta.

Cuando la luz se refleja, el camino que sigue cambia. Cuando la luz es absorbida, los electrones son estimulados potencialmente llevando a nuevas combinaciones moleculares. Pero lo que es más significativo, cuando la luz pasa a través de la materia (aún sin ser absorbida), los átomos y las moléculas hacen vibrar al continuo espacio-tiempo y, a causa de esto, la luz puede bajar de frecuencia. Podemos ver, porque algo llamado “luz” interactúa con algo que llamamos “materia” en algo llamado “continuo espacio-tiempo”.

El simbolismo de la palabra, luz alimenta las tradiciones más remotas de las culturas más antiguas. El concepto de luz se asumió desde el antiguo Egipto con un importante sentido espiritual: la luz es vida, liberación, prosperidad, salvación, felicidad y éxito. Consecuentemente en materia de simbolismo luz indica en primer término, a la ciencia, a la verdad y a la razón, virtudes que se practican dentro de las enseñanzas masónicas, y por lo mismo, constituyen la base de todas las materias que nos sirven de guía, para adquirir e inculcar los conocimientos filosóficos, que se ponen en manifiesto en todas las iniciaciones.

La iluminación del Templo Es dicha Luz, lo primero que se solicita cuando se entra en esas vías. Y la luz que ilumina la Logia, como la que ilumina el mundo, procede del Oriente, donde está situado el Delta luminoso, símbolo por excelencia del Gran Arquitecto del Universo. Y es a los pies del Oriente en donde los tres principales oficiales de la Logia (el Venerable Maestro y los dos Vigilantes) se "unen" para "recibir" la Luz que simbólicamente emana del Delta, lo que es lo mismo que la recepción y transmisión ritual de la influencia espiritual que a través de las respectivas funciones de estos tres oficiales en verdad "dirigirá" los trabajos de la Logia.

A estos oficiales se les denomina también las "tres luces", queriendo mostrar así que ellos, o mejor sus funciones, son los portadores del espíritu que ilumina la Logia, y que la luz sensible simboliza de manera manifiesta.,  en los antiguos rituales operativos se necesitaba la reunión o el concurso de tres maestros para que una Logia pudiera trabajar regularmente, representando cada uno de ellos un determinado arquetipo espiritual o nombre divino creador. Esa simbólica ha permanecido en la actual Masonería, y esos tres maestros no son otros que el Venerable y los dos Vigilantes, cuyas funciones respectivas, como estamos viendo, se vinculan con un atributo, aspecto o nombre del Gran Arquitecto: con la Sabiduría el Venerable Maestro, con la Fuerza el Primer Vigilante, y con la Belleza el Segundo Vigilante. Y Sabiduría, Fuerza y Belleza son los nombres que reciben los tres pilares o "tres pequeñas luces" situadas en el centro mismo de la Logia, y dispuestas en forma de escuadra. Estos tres pilares son llamados también "estrellas" (alusión directa a su simbólica celeste), las cuales son hechas "visibles" y presentes en la Logia gracias a la invocación de los nombres divinos. El rito del encendido de estos pilares que acompaña las invocaciones, señala el momento preciso en que la Logia, que hasta entonces permanecía en penumbras, queda plenamente iluminada, produciéndose un paso de las "tinieblas a la luz". Es, pues, un rito esencialmente cosmogónico, análogo al Fiat Lux del Verbo creando el orden cósmico al fecundar el caos primigenio, es decir el conjunto de todas las posibilidades de manifestación que se actualizan gracias a esa acción demiúrgica. 

El encendido de los tres pilares que conjuntamente llevan a cabo los tres principales oficiales de la Logia están ritualizando, haciéndolo presente, ese gesto generador del Arquitecto. Por lo tanto, la apertura de la Logia describiría de manera simbólica un proceso análogo al de la creación del mundo. Por otro lado el término Logia procede de Logos, la Palabra o Verbo, y también de términos lingüísticos que designan la luz, como el griego liké. De hecho, el templo masónico (como cualquier recinto sagrado) es una imagen simbólica del cosmos, que a su vez es el templo universal y la obra directa del Creador. Y así como éste "todo lo dispuso en número, peso y medida", la Logia se edifica con Sabiduría, Fuerza y Belleza, o con Fe, Esperanza y Caridad, las tres altas virtudes que se corresponden respectivamente con cada uno de los tres pilares. En la triple invocación se apela a la Sabiduría del Arquitecto como la verdadera artífice de la obra de la creación, a la que preside; a su Fuerza como la voluntad que la sostiene y la regenera perennemente; y a su Belleza como a la energía que la "adorna" al imprimirle las medidas exactas y armónicas que conforman su orden interno y externo, revelado fundamentalmente a través de las estructuras geométricas y simbólicas. 

Sólo después de esas invocaciones, y gracias al influjo espiritual en ellas contenido, el espacio de la Logia (del templo universal), previamente "encuadrado" por las "circumambulaciones" de los dos Vigilantes, queda iluminado, u ordenado, en toda la extensión del mismo. 

Es a partir de ese momento que se procede a la apertura del Libro de la Ley Sagrada (la Biblia), y a disponer sobre él el Compás y la Escuadra, lo cual lleva a cabo el maestro de ceremonia  de la Logia,  El libro y los dos instrumentos, constituyen las "Tres Grandes Luces" de la Masonería, situadas encima del Altar de los juramentos, es decir en el punto geométrico donde simbólicamente se efectúa la unión del cielo y de la tierra, de la vertical y la horizontal. Esa unión está representada por la posición en forma de estrella de David, o sello de Salomón, del compás y de la escuadra, ambos símbolos respectivos del cielo y de la tierra. La Logia aparece así como el lugar donde se hace manifiesta la conjunción cielo-tierra, y por consiguiente la comunicación entre el mundo superior y el mundo inferior. En este sentido, en la rica iconografía descrita en los cuadros de Logia masónicos en ocasiones aparece una escalera (símbolo del eje) apoyando su parte inferior en el altar con las tres grandes luces, mientras su parte superior toca los cielos. Al integrante de la Logia se le indica así cual ha de ser el camino que debe seguir en su proceso interno, un camino vertical, hacia lo "alto", sin olvidar, empero, que ese ascenso sólo es posible gracias a la comprensión de la doctrina tradicional. Esta se articula y expresa a través de la enseñanza vehiculada por el Libro de la Ley Sagrada, y el Compás y la Escuadra (instrumentos que sirven para trazar las medidas prototípicas del Cielo y de la tierra aplicadas a la construcción mediante el uso de la geometría sagrada). 

Conclusión
El término “Luz” en Masonería se refiere al conocimiento iniciático que los masones pretenden adquirir. “Conocer la luz”, es conocer la Verdad, adquirir la conciencia de un centro de luz, y en consecuencia, de fuerza espiritual.
Los Masones pedimos LUZ para ser iniciados, esta luz nos hará ver el conocimiento, la verdad, nos iluminará el camino que debemos de recorrer como masones y salir así de las tinieblas. Este término de luz está mucho más extendido en nuestra cultura, ya que con frecuencia usamos las expresiones “ver la luz”, “estar iluminado” todos ellos en un contexto simbólico.

el Venerable Maestro y los Dos Vigilantes, representan a las TRES LUCES MORALES O ANIMADAS, y por lo mismo, científicamente se les considera como emblemáticos, el primero, de la CIENCIA, el segundo, de la CONSTANCIA y el tercero de la LIBERTAD
Por lo que respecta a las CUATRO LUCES MATERIALES o INANIMADAS, que en este caso de encuentran colocadas sobre el ARA, son nada menos que la BIBLIA, que representa a la LEY, el COMPÀS, como simbólico de la NATURALEZA,( tierra, agua aire y fuego) a la ESCUADRA, como emblemática de la ENERGÌA ( luz, germen, nacimiento, vida, muerte) y a la ESPADA, como el símbolo del HONOR, razón por medio de la cual, existe la convicción de que todos aquellos conocimientos que por su propia naturaleza debemos ESTUDIAR, INVESTIGAR o DESCUBRIR, en beneficio de nuestros semejantes.

Por otra parte, el reconocimiento de que la logia se sostiene en tres columnas, colocadas en los tronos de cada una de las tres luces, el venerable y los dos vigilantes, nos da la sensación de fortaleza y la convicción de que la logia se reúne bajo le amparo de leyes universales, estas tres luces respectivamente significan:

La sabiduría o pensamiento que dirige.
La fuerza o energía moral que ejecuta.
La belleza o armonía de las fuerza mentales, la concordia entre le pensamiento y la acción.

“Pedid y se os dará”, son dos palabras que dentro de nuestros talleres tienen una gran elocuencia, conteniendo la esencia de la fórmula que nos abre las puertas hacia esa gran luz que ofrece la masonería; ofreciendo así las enseñanzas de moralidad, el mejoramiento espiritual e inagotables fuentes de perfeccionamiento intelectual; en suma , la luz masónica, plena de verdad y de conocimiento  me conducirá al camino del deber y de la virtud, siendo con orgullo un hombre libre y de buenas costumbres.

Es cuanto.

1 comentario:

  1. Buen día, no me he podido suscribir a su blog, me marca error, espero puedan ayudarme, ya que son de mi interés sus publicaciones.

    Gracias.

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